EL CORREDOR PAYASO

… todo empezó en una despedida de soltero …

Lo de ser payaso viene ya de serie, algo que le debo en gran parte a mi padre que tenía un amplio repertorio de sinsentidos, bromas y ocurrencias diversas que regalaba a diario a sus pacientes, amigos y conocidos.

Los que me conocen de siempre saben perfectamente que lo he sido, lo soy, y no parece tener visos de cambio… por este motivo mi hermano Antonio decidió adquirir un traje de payaso para mi despedida de soltero allá por marzo de 2016.

Entonces ya corría, pero no me planteé, para nada, usar el dichoso traje que se quedó cogiendo polvo en el trastero. Sin embargo en diciembre de ese año tenía un par de carreras navideñas. La primera era la Sanpinteña, que corrí con un pijama decorado con espumillones. A los pocos días, la Sanmostoleña, y allí sí usé el disfraz de payaso, pero no usé el gorro y aunque no me fue mal solo fue eso, un test festivo.

No sería hasta el 7 de enero de 2018 cuando hice la primera carrera con el disfraz completo: gorro, levita y pantalón. Mis primos Jorge, David y Sonia siempre corren la Carrera Solidaria de Reyes, la primera popular del año, que se celebra en el Barrio del Pilar de Madrid. Es, en mi opinión, el trazado urbano, más duro de la capital, cuesta arriba y abajo sin apenas respiro.

Como ese año había preparado a conciencia mi debut en la San Silvestre Vallecana la semana anterior, me había reservado esta primera fecha del año para hacer la tradicional carrera navideña con algún atuendo estrafalario. Me puse en la salida y comprobé que aunque el disfraz es ideal para carreras con mucho frío es un verdadero desastre si hay lluvia. Y así fue, granizo, nieve y ventisca para acabar en el puesto 9 global de 580 en una carrera popular de barrio, de las de toda la vida.